¿Fue una broma del Día de los Inocentes? Por un momento, los lectores del artículo que Vitalik Buterin escribió sobre el maximalismo de Bitcoin tuvieron dudas. Pero el artículo parece ser muy serio: el fundador de Ethereum hace un alegato bien pensado en defensa de los luchadores más feroces del gran papá entre las criptomonedas: Bitcoin.

El maximalismo de Bitcoin es una actitud de los partidarios incondicionales de Bitcoin. No son los invitados más sociables en las fiestas de cumpleaños y en Twitter. De hecho, son muy escépticos, por no mencionar francamente hostiles, sobre otros proyectos criptográficos. Cualquier cosa que no sea Bitcoin, lo consideran una estafa. Es por eso que llama la atención que el afable Vitalik Buterin esté defendiendo a las hordas que lo ven como un charlatán y un traidor (Buterin comenzó su carrera en criptografía como escritor para la revista Bitcoin).

Tal vez la súplica de Buterin pueda entenderse por su naturaleza idealista. En su entrevista en Time, no estaba muy interesado en la manía NFT de punks y apes, posible gracias al trabajo de su vida. Fundó Ethereum con la esperanza de que se construyeran todo tipo de proyectos que beneficiarían a la humanidad, como sistemas justos para votar y formas de distribuir un ingreso básico. Quizás reconoce en los maximalistas de Bitcoin el mismo impulso de luchar por los ideales de uno.

Cuando la intolerancia tiene sentido

El hilo del argumento de Buterin es el siguiente.

1. Hay peligros reales que acechan en nuestro mundo en términos de seguridad y privacidad. Si dejamos las mayores posibilidades de recopilación de datos a los gobiernos y las grandes corporaciones, se avecina una pesadilla totalitaria.
2. La tecnología Blockchain es esencialmente una tecnología de seguridad que protege al individuo de las fuerzas autoritarias. Esto no es una moda.
3. Se debe incurrir en costes de alguna forma para hacer posible esta protección. En el caso de Bitcoin, por ejemplo, en forma de consumo de energía. La red no está optimizada para la eficiencia energética sino para la seguridad.
4. Bitcoin ha reclamado el papel del dinero de la cadena de bloques y lo hace muy bien.
5. Bitcoin sobrevive no solo por su elegante diseño técnico sino también por su cultura de evangelistas y defensores: maximalistas, en otras palabras.
6. Los maximalistas de Bitcoin se aseguran de que nadie se meta con el diseño y de que las monedas copy cat sean atacadas. El conservadurismo es una fortaleza aquí, y también lo es la intolerancia. Con una comunidad liberal, Bitcoin ya habría dejado de existir.

Como esperábamos de él, Buterin se hace cargo de sí mismo. Incluye fotos de sí mismo estrechando la mano de líderes gubernamentales, incluido Putin.

“Ahora hágase la pregunta: ¿cuándo llegue el momento, cosas realmente importantes están sucediendo en la cadena de bloques, cosas realmente importantes que ofenden a las personas poderosas, qué ecosistema estaría más dispuesto a poner su pie en el suelo y negarse a censurarlos sin importar cómo? ¿Cuánta presión se les aplica para que lo hagan? ¿El ecosistema con nómadas trotamundos que realmente se preocupan por ser amigos de todos, o el ecosistema con personas que se toman fotos con un AR15 y un hacha como pasatiempo secundario?