El valor de una moneda fiduciaria suele estar definido por un banco central. Este es el caso del euro y del dólar estadounidense. Con Bitcoin, la situación es diferente, ya que no hay ninguna entidad centralizada que regule su política monetaria. Todo está determinado por el protocolo de Bitcoins. También hay factores externos muy simples pero efectivos a la hora de determinar el precio de un solo Bitcoin.

¿Cómo se determina el precio de Bitcoin y qué mecanismos distintos al protocolo intervienen?

Oferta y Demanda

Las reglas básicas que se aplican a Bitcoin y determinan el precio de BTC son muy simples. La oferta y la demanda se correlacionan entre sí. Si hay mucha oferta disponible y no hay demanda, entonces el precio bajará. Si la oferta se reduce o la demanda aumenta drásticamente, el precio sube.

Evidentemente, esta es una descripción básica de cómo funciona el mercado, pero con Bitcoin, esto tiene un mayor peso que con otros activos. El motivo también es muy sencillo. El protocolo de Bitcoins limita la cantidad de BTC a unos 21 millones que pueden llegar a existir.

Esto significa que, a diferencia de las monedas fiduciarias, Bitcoin sigue reglas estrictas que no permiten aumentar o disminuir la cantidad de BTC que fluye en el mercado. Por lo tanto, los cambios en la oferta o la demanda tienen un mayor impacto en el mercado y, por lo tanto, en el precio. Por supuesto, la oferta total es siempre la misma, pero la oferta disponible en el mercado puede cambiar con el paso del tiempo. Si los inversores optan por retener su BTC, la oferta se verá más perjudicada que en el caso de las monedas que pueden inflarse. Por otro lado, si deciden vender BTC, solo hay una cantidad fija que podría ejercer presión sobre el precio hasta que, en teoría, se haya vendido todo.

¿Por qué el precio de Bitcoin es tan volátil?

Bitcoin no solo es la primera criptomoneda, sino también la más dominante según su capitalización de mercado. Esto puede dejar la impresión de que BTC es un negocio muy grande. La verdad es que Bitcoin es todavía un activo relativamente pequeño si lo comparamos con otros más consolidados como el oro.

Con una capitalización de mercado de Bitcoins todavía pequeña, el precio puede ser influido con mayor facilidad. Se cree que la volatilidad desaparecerá una vez que la capitalización del mercado haya alcanzado un tamaño más significativo. Esta teoría se apoya en el hecho de que la volatilidad ya se ha reducido a lo largo de los últimos dos años.

BTC sigue haciendo grandes movimientos de precios y se considera volátil en su actual capitalización de mercado. Una vez que alcance una capitalización de mercado similar o mayor que la del oro, lo más probable es que su comportamiento se adapte y muestre un patrón similar al de los activos del mismo tamaño.

¿El precio del Bitcoin puede bajar a cero?

Sí, por supuesto que puede. Aunque la probabilidad no es muy alta, el precio de Bitcoin podría caer hasta cero. La única razón que mantiene el precio de Bitcoin al alza es la opinión de los inversores y por qué atribuyen valor a BTC.

Algunas personas creen que Bitcoin tiene mejores propiedades que el oro y que actuará como un almacén digital de valor. Otros piensan que debido a estas propiedades BTC es la mejor cobertura contra la inflación. A fin de cuentas, es muy escaso. Pero si los inversores dejaran de creer en estas cosas, entonces Bitcoin se convertiría en un mero objeto de colección y lo más probable es que solo mantuviera su valor gracias a unos pocos coleccionistas.

Esta es también la razón por la que el precio de Bitcoin está a veces condicionado por las noticias. En mayo de 2021 el gobierno chino prohibió la minería de Bitcoin mediante una nueva política. En poco tiempo, el hash rate de la red cayó, y también el precio.

Para la mayoría de los profesionales del sector, estaba claro que esto solo sería temporal porque todavía sería muy atractivo extraer Bitcoin. Aun así, el mercado se asustó con la noticia y empezó a vender. Unos meses más tarde, el hash rate y el precio se recuperaron y Bitcoin incluso alcanzó un máximo histórico en noviembre de 2021.

Este es un buen ejemplo del impacto que tiene el público en el precio de Bitcoin. La buena noticia es que este efecto también funciona en la otra dirección y en beneficio de Bitcoin.

Los costes de producción y el precio de Bitcoin

Como el ejemplo de la prohibición de la minería china en 2021 ya lo sugiere, la producción de Bitcoin tiene un coste. Los mineros tienen que invertir en hardware, así como en el coste de la energía para hacer funcionar el equipo. El personal y el alquiler de las instalaciones representan sólo una parte del coste.

Este es un panorama muy característico de una materia prima y sus costes de producción están asociados al precio del Bitcoin. Los mineros solo pueden mantener sus negocios cuando el precio del Bitcoin es lo suficientemente alto. Si el precio baja y los mineros no tienen liquidez o solo un poco, podrán continuar solo durante un tiempo.

Una vez que se agotan los fondos, se produce la llamada capitulación de los mineros, lo que significa que tienen que vender todo lo que tienen y cerrar el negocio. Por tanto, las circunstancias de la industria minera pueden tener un impacto en el precio del Bitcoin.

¿Es posible predecir el precio del Bitcoin?

En pocas palabras: No. No es posible prever el futuro y predecir el nivel de precios de Bitcoin. Lo que sí es posible es recopilar suficientes datos y hacer un estudio de mercado para especular sobre la evolución del precio de Bitcoin. El precio puede subir o bajar, lo cual es una opción binaria si descartamos la posibilidad de un movimiento lateral para el ejemplo.

Aun así, la mayoría no consigue predecir la dirección correctamente y los datos indican claramente que alrededor del 68% de los operadores de día pierden su dinero. Pero, ¿cómo es que el resto tiene éxito?

Uno de los motivos es la suerte y el otro es que tratan de decidirse y apuntan a una probabilidad ligeramente superior al 50/50. El análisis técnico y fundamental del mercado ayuda a crear una situación con ese resultado. Hay que tener en cuenta que ni siquiera los profesionales tienen la certeza del resultado de sus operaciones. En cambio, confían en estrategias e instrumentos financieros complejos como las opciones o los derivados para superar las probabilidades incluso si la operación va en la dirección equivocada.